El cuento de la criada ya era una novela altamente recomendada antes de que la serie fuera lanzada y se convirtiera en una de esas historias de las que, de una manera u otra, todos hemos odio hablar a lo largo de los últimos años.
La creciente fama de la novela ha hecho que, después de muchos años desde la publicación de esta, la autora haya decidido sacar una segunda parte en la que se desarrollan algunas cosas que quedan en el aire en su primer volumen siendo que Salamandra la publicará el próximo mes de septiembre
Los testamentos de Margaret Atwood
En esta brillante secuela de El cuento de la criada, la aclamada autora Margaret Atwood responde a las preguntas que han cautivado a los lectores durante décadas.
“Subo y penetro en la oscuridad del interior; o en la luz.”
Cuando las puertas de la furgoneta se cerraron de golpe tras Offred al final de El cuento de la criada, los lectores no tenían forma de saber cuál iba a ser su futuro: la libertad, la prisión o la muerte.
Con la publicación de Los testamentos, la espera ha terminado.
Margaret Atwood recupera la historia quince años después de que Offred se adentrara en lo desconocido, con los testimonios asombrosos de tres narradoras del mundo de Gilead.
"Queridos lectores y lectoras: vuestras preguntas sobre Gilead y su funcionamiento interno han sido la fuente de inspiración de este libro. ¡Bueno, casi todo! La otra es el mundo en el que vivimos". —Margaret Atwood
Portada y sinopsis de su primera parte:
Amparándose en la coartada del terrorismo islámico, unos políticos teócratas se hacen con el poder y, como primera medida, suprimen la libertad de prensa y los derechos de las mujeres. Esta trama, inquietante y oscura, que bien podría encontrarse en cualquier obra actual, pertenece en realidad a esta novela escrita por Margaret Atwood a principios de los ochenta, en la que la afamada autora canadiense anticipó con llamativa premonición una amenaza latente en el mundo de hoy.
En la República de Gilead, el cuerpo de Defred sólo sirve para procrear, tal como imponen las férreas normas establecidas por la dictadura puritana que domina el país. Si Defred se rebela —o si, aceptando colaborar a regañadientes, no es capaz de concebir— le espera la muerte en ejecución pública o el destierro a unas Colonias en las que sucumbirá a la polución de los residuos tóxicos. Así, el régimen controla con mano de hierro hasta los más ínfimos detalles de la vida de las mujeres: su alimentación, su indumentaria, incluso su actividad sexual. Pero nadie, ni siquiera un gobierno despótico parapetado tras el supuesto mandato de un dios todopoderoso, puede gobernar el pensamiento de una persona. Y mucho menos su deseo.
Los peligros inherentes a mezclar religión y política; el empeño de todo poder absoluto en someter a las mujeres como paso conducente a sojuzgar a toda la población; la fuerza incontenible del deseo como elemento transgresor: son tan sólo una muestra de los temas que aborda este relato desgarrador, aderezado con el sutil sarcasmo que constituye la seña de identidad de Margaret Atwood. Una escritora universal que, con el paso del tiempo, no deja de asombrarnos con la lucidez de sus ideas y la potencia de su prosa.
¿Que os parece? ¿Sois fans de El cuento de la criada? ¿Vais a leer esta segunda parte?
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