sábado, 26 de septiembre de 2020

Abandonar o no abandonar un libro, esa es la cuestión

La mayor parte de los lectores nos hemos encontrado, en algún momento, en la tesitura de tener que decidir si ese libro que se nos estaba haciendo cuesta arriba, de verdad valía la pena o si era mejor abandonarlo y continuar con nuestras vidas, ya sea con una actividad diferente u otra novela que nos resultara más placentera.

En este sentido, muchas veces me he encontrado por la blogosfera, o hablando con otras personas, con que algunos lectores siguen fielmente con la idea de que si un libro nos les aporta desde el principio lo mejor que se puede hacer es abandonarlo. Al fin y al cabo, la vida es corta y el mundo esta lleno de libros que pueden ser leídos, pero ¿es siempre esta filosofía la mejor?

Quien me conoce sabe que si algo no me gusta lo voy a acabar abandonando al cabo de un tiempo, o descuidandolo bastante. Prueba de ello son todos los deportes de los que desistí y cómo, las asignaturas que no me gustaban o no me interesaban, solo obtenían de mi el mínimo esfuerzo para verse superadas. Pero por alguna razón, con los libros siempre he sido una cabezota, tanto que tengo que pensar mucho para poder enumerar los pocos libros que me he dejado a medias. Supongo que hay una parte masoquista mía, que prefiere leer un libro que no le gusta para luego poder rajar de él antes que dejarlo a medias y tener que darle la razón a esa persona que le va a decir "No te ha gustado porque no has llegado a x parte".

En cualquier caso, el motivo que me está llevando a escribir esta entrada es que en los últimos tiempos he notado que esa tenencia mía ha ido cambiando, y a modo de descanso de las entradas de reseñas y novedades, me apetencia compartir el tema con vosotros. Esto, exponiendo un poco las razones por las que creo que, hasta ahora, no abandonaba libros.

Las colaboraciones:
Debo reconocer que el hecho de llevar el blog de reseñas, y especialmente el colaborar con editoriales, que me han ido mandando novelas a lo largo de los años con la única condición de una reseña a cambio, ha hecho que en cierta manera siempre me viera obligada a acabar dichos libros, me gustarán o no.
Al fin y al cabo, uno no puede exponer las razones por las que no le han gustado un libro si no lo ha terminado ¿pero y si expusiera las razones por las que lo he dejado? 
Ahora mismo creo que seguiría sin decantarme por esa segunda opción con los libros recibidos para reseña, pero empiezo a ser partidaria de hacerlo con aquellos libros en los que las paginas parece que van hacía atrás en vez de hacía delante. 

El tiempo:
El tiempo es otro factor muy importante que entra en juego a la hora de decidir si continuar o no con un libro, si seguir un capitulo más o simplemente pasar a algo más interesante.
Cuando empecé con el blog tenía 14 años y, aunque en ese momento no me lo pareciera, mucho tiempo libre y  menos responsabilidades de las que tengo ahora. Puede que aun no haya llegado a esa edad adulta en la que el trabajo y una casa se llevan casi todas mis horas, pero conforme han pasado los años, los estudios han tomado protagonismo en mi horario y esos momentos en los que desconectaba leyendo se han vuelto cada vez más escasos.
Especialmente en lo que se refiere a los últimos años, estado estudiando en la universidad, pasarme la mitad del día cara a los apuntes, casi siempre con teoría que hay que memorizar en mi caso, supuso que esos momentos de desconexión, cuando los tenía, los fuera dedicando cada vez menos a leer, más aun en épocas de exámenes cuando ya me había pasando horas leyendo apuntes, por me acababa centrando en hacer otras cosas, como ver alguna serie, película, o simplemente despejarme hablando con mis amigos.
Esto a su vez fue suponiendo, con el paso del tiempo, que en el momento en el que un libro no me acababa de enganchar lo devolviera a la lista de pendientes y empezara con uno nuevo, lo que a su vez desembocó en que tuviera varios libros empezados al mismo tiempo, pero esa es otra cuestión que da para otra entrada. En cualquier caso, aunque hay veces que he vuelto a coger alguno de esos libros y los he acabado por mi pura cabezoneria, reconozco que este año ya he abandonado unos cuantos libros y he decidido no seguir leyéndolos, cosa que hasta hace poco me parecía impensable, hasta acababa las sagas que me chirriaban. Puestos a elegir, si sólo puedo leer dos libros al mes, espero que esa lecturas sean satisfactorias y me hagan pasar un buen rato. 

El precio de los libros:
Aún sabiendo que las empresas quieren ganar dinero, y también que fabricar un libro no es barato, eso no significa que no vaya  a decir que los libros no son precisamente baratos, de hecho algunos son bastante caros, al menos lo que se refiere a las novedades. Esto significa que si un libro me ha hecho ojitos en la librería y me he acabado gastando casi 20 euros - pongo el precio para hacer una media - en él, lo voy a acabar sí o sí. Aunque sacarle un mínimo de rendimiento a ese dinero desemboque en una lectura no muy agradable, por lo que por lo general suelo resistir hasta el final. 
Con ello, puedo decir que la inversión que supone comprar un libro suele ser un punto a favor de terminar un lectura, al menos si generalizo. Generalización que en mi caso se acentúa más si pienso que, con los libros que he ido cogiendo de la biblioteca no suelo aguantar tanto, y debo reconocer que la mayor parte de los abandonados son esos que he cogido en préstamo y he devuelto al acabarse el plazo con solo dos capítulos leídos. 
Aunque también tengo que relativizar un poco el tema del coste del libro, puedo decir que hasta ahora no he abandonado ninguno de los libros que me han regalado, por muy lentos que se me hicieran. Supongo que el detalle de que alguna persona haya pensado que esa novela me iba a gustar siempre ha pesado más para seguir leyendo, a la vez que reconozco que hay libros que he comprado, -mencionese aquí los libros de Las crónicas de Shannara - que he asumido que no leeré y ya ni están en mi lista de libros pendientes.

¿Y si abandono el libro del año?

También, y creo que esta es una de las razones de más peso que hacían que acabara los libros, era que siempre me quedaba con la duda de ¿Y si al final resulta que el libro me gusta? En este sentido voy a ilustrar con un ejemplo práctico de una de esas veces que abandoné un libro, y es que en mis principios lectores quise ponerme con la saga de Canción de hielo y fuego de George R. R. Martin, esos libros que mayormente conocemos por el título de su primera parte como Juego de tronos, siendo que después del primer capitulo de no entender nada los abandoné, para años después, al ver la serie volver a darles una oportunidad y acabar leyendo en un verano toda la saga - o al menos todos los libros que al autora se ha dignado a publicar - convirtiéndose así en una de mis favoritas. 

Un caso menos exagerado, porque no llegué a abandonar el libro, es El principie cruel de Holly Black, que estuve a punto de dejar dos veces pero que, por cabezonería, acabé, siendo que finalmente la trilogía acabó siendo de mis favoritas, o la trilogía de Hija de humo y huso, una de las pocas que abandone y que este año, a principios de verano decidí retomar, que se convirtió en una de mis mejores lecturas del año.

Supongo que ese miedo de abandonar el que al final tal vez acabe siendo el mejor libro del año siempre va  estar presente, pero su vez, no puedo dejar de mencionar que tal vez con leer el primer libro de 50 sombras de Grey tuve más que suficiente como para saber que eso para mi no tenía ni pies ni cabeza - y que a día de hoy el único uso que le encuentro a la novela es para calzar una mesa coja - por poner solo un ejemplo y siendo consciente de que para gustos colores, a mi no me gustó esa novela pero por ahí hay mucha gente a la que le encanta.

Ahora mismo, a pocos día de volver a clase y sabiendo que mis días veraniegos de vacaciones en los que me podía pasar todo el día leyendo se van acabando, las razones para abandonar un libro me vuelven a pesar más que aquellas que me hacían acabarlo sí o sí. De hecho os puedo confirmar que aún con todo el tiempo que he tenido a lo largo del verano acabé abandonando Rojo, blanco y sangre azul de Casey Mcquinston, una novela de la que había oído hablar muy bien pero que a mi, llegada la mitad del libro, seguía sin engancharme ni decirme nada, al igual que The Queen of Zombie Hearts, que dejé a medias esta primavera.

Quien sabe, tal vez dentro de unos meses cambie de idea y de opinión, no seria la primera vez, y los retome, tal vez para que sean de mis libros favoritos o para acabar de aborrecerlos, eso nunca se sabe. Aunque dudo que en algún momento de mi vida retome La vacante imprevista, uno de mis grandes abandonados. Eso sí, y a modo de conclusión, si hay algo que si que tengo claro, y que se que da para otra entrada, es que que hay veces que una novela solo necesita el momento oportuno para hacerse con su lector, y que tal vez abandonar a la primera no es una mala opción, si no es una renuncia definitiva. 

Ahora contadme, ¿vosotros sois de aguantar hasta el final o vais abandonado los libros que no os gustan? ¿coincidimos con algún punto de vista?

1 comentario:

  1. ¡Hola! Hace tiempo yo era de las que aunque no me gustara un libro, lo seguía leyendo. Ahora sigo haciendo lo mismo, pero solamente cuando son trilogías o sagas, porque siento que al ya haber empezado, porque ya no terminarla, jaja, pero eso ya pasa poco, aunque me sigue dando ansiedad, la verdad es que prefiero leer un libro que me guste a que me dé un bloqueo lector, ya que como tú, la universidad me trae cortita de tiempo libre, por lo que ahorita ya he dejado bastantes libros a medias o empezados que no he continuado y que tal vez con algunos, ya no les dé una oportunidad. Un beso!

    ResponderEliminar

Si queréis poneros en contacto conmigo o dejar alguna URL hacerlo a perdidaenunmundodelibros@yahoo.es los comentarios que no tengan que ver con al entrada serán borrados.